La sexualidad como fenómeno contemporáneo es el producto de la interacción de una multitud de tradiciones y de prácticas sociales, religiosas, morales, económicas, familiares, médicas y jurídicas (Weeks, 1985: 24). Contiene unas categorías, conceptos y lenguajes que nos dicen qué es “bueno” o “malo” o “dañino” o “saludable”, “normal” o “anormal”, “apropiado” o “inapropiado” como conducta. Partimos de la idea que la sexualidad es una construcción social, una decisión arbitraria sobre lo que es bueno o malo.
La Educación de la sexualidad y la prevención del abuso sexual infantil, abordan elementos de la sexualidad: los afectos y la lucha contra la violencia. Dos elementos teóricos claves para destruir el patriarcado y debilitar las relaciones de poder opresoras hasta lograr vencerlas.
El Programa El adolescente y su sexualidad responsable en Tamaulipas, fortalece la formación de los estudiantes tamaulipecos considerando sus características y necesidades familiares y contextuales. El estado posee un alto grado de diversidad y contrastante poblacional originado principalmente por su ubicación geográfica al ser un estado fronterizo y contar con dos grandes asentamientos en la región norte y sur.
La Educación es una de las Herramientas más poderosas para desarrollar las competencias óptimas y prevenir problemas. A la sociedad mexicana la magnitud, frecuencia, diversidad, y contexto de la violencia, la han convertido en un importante problema social y de salud. En consecuencia, la prevención de la violencia es una necesidad inapazable. De igual manera, la promocíón de la salud sexual a través de la educación sexual integral ha sido reconocida como una excelente estrategia de prevención.
La inclusión de la salud sexual y reproductiva en el desarrollo de los habitantes se vuelve necesaria en el contexto de la política de población mundial y local. Las acciones que se han realizado, en este sentido, en las últimas décadas, han marcado pautas importantes en la estructura demográfica contemporánea, permitiendo, a su vez, vislumbrar sus tendencias y dirigir de esta forma las acciones en el corto, mediano y largo plazo que atiendan las necesidades de los grupos vulnerables.
El tema de los derechos sexuales y reproductivos de las personas adolescentes y jóvenes, y en particular el del ejercicio de la sexualidad adolescente, ha provocado la oposición de quienes se consideran autorizados para determinar lo que debe o no debe permitirse a esas personas. No obstante, desde hace años se ha reafirmado en el ámbito mundial la idea de que las pueden y tienen derecho a disfrutar del ejercicio y protección de los derechos sexuales y reproductivos con igual legitimidad y plenitud que las personas adultas.
Uno de los problemas epistemológicos más importantes en esta área del saber científico, es el hecho de que con frecuencia se confunde un método para averiguar un saber con el objeto del saber mismo. Voy a ilustrar. Si se estudian con una metodología psicológica-empírica las manifestaciones sexuales, con facilidad se concluye erróneamente que la sexualidad es un problema psicológico pues, sorprendentemente se encuentran en ese nivel de estudio múltiples evidencias de su presencia. Si se abordan con una metodología sociológica las manifestaciones de la sexualidad ocurre un fenómeno similar y la tentación de concluir que la sexualidad es un fenómeno social es grande, pero conducente al error.
La sexualidad adolescente es un tema que suele evadirse y puede resultar incómodo su abordaje, pareciera que no reconocerla permite pensar en inexistencia. La población adolescente manifiesta que el principal obstáculo que encuentran para hablar sobre sexualidad, es la falta de naturalidad al abordar el tema no solo en sus familias, también en los centros escolares.